dimecres, 23 de novembre del 2011

Xenofont



Xenofont (en grec Ξενοφῶν, S.VaC) fou un escriptor, historiador i militar grec, cèlebre pels seus escrits sobre la cultura i la història gregues.


Tot prenent la forma d’un  diàleg entre Sòcrates i Iscòmac, Xenofont ens parla de la dona i el seu paper a la llar. Passats més de dos mil anys la lectura del text ens sorprèn per la seva frescor. I malgrat que els costums que narra no són els nostres, el tractament que en fa exhala  sensatesa i respecte vers la dona. Tant de bo aquesta consideració s’hagués mantingut al llarg dels temps...



Passatge de l’obra, Economiapublicada per la Fundació Bernat Metge el 1931. La versió catalana és de Carles Riba.

dimecres, 16 de novembre del 2011

Una monja molt particular

                                                 Sor Juana Inés de la Cruz


Aquesta poesia de Sor Juana Inés  
(S. XVII, Mèxic) constitueix una defensa de la condició femenina a l'època, i fa responsables als homes de la frivolitat  de què acusen  les dones.


No endebades, l’autora preferí entrar en un convent a contraure matrimoni per poder dedicar-se a allò que realment li agradava: l'estudi i el cultiu de la literatura.




Hombre necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;


si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?


Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.



Parecer quiere el denuedo

de vuestro parecer loco,

al niño que pone el coco

y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis
para prentendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión, ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende?,
¿si la que es ingrata ofende,
y la que es fácil enfada?

Mas, entre el enfado y la pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?

¿O cuál es de más culpar,
aunque cualquiera mal haga;
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

¿Pues, para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.